El desafío de ser mujer en una sociedad machista.

        

        A mis 17 años he experimentado de cerca cómo el machismo se manifiesta en nuestra sociedad. Durante mucho tiempo, este tema no me impactó profundamente hasta que comprendí que es un fenómeno cotidiano que ha influido en mi vida desde siempre.

    Cuando era niña, mis padres, mi familia y algunas maestras, me enseñaron que las mujeres debíamos hacernos respetar, en mi inocencia creí que se referían a no permitir que otras personas nos hablen con groserías, sin embargo, al crecer entendí que el respeto implicaba mucho más. Mi cuerpo comenzó a desarrollarse y al hacerlo comencé a experimentar el acoso, una realidad desagradablemente común que las mujeres enfrentamos a manos de los hombres.

    Tenía 10 años cuando lo sufrí por primera vez, el miedo que sentí fue indescriptible. Aún hoy no puedo entender cómo hombres adultos pueden decir cosas tan indignantes y morbosas a una niña. Frases como “estas muy rica nena” o “que linda mujercita” o silbidos que he recibido, no los he sentido como un halago, sino como una forma de hostigamiento que me llena de un recelo profundo hacia los hombres adultos.

    Una encuesta social realizada en 2022 por L'Oréal Paris, en colaboración con Ipsos, identificó el acoso sexual en espacios públicos como el principal problema que enfrentan las mujeres en todo el mundo. El informe revela que "el acoso callejero es una barrera en la vida diaria de las mujeres, robándoles su sentido de seguridad y autoestima". Según este estudio, el 80% de las mujeres ha sufrido acoso callejero, manifestándose en miradas lascivas, gestos inapropiados, silbidos, groserías, comentarios de insinuación sexual y solicitudes de favores sexuales. Además, el 86% de los testigos de acoso callejero admiten no saber cómo intervenir.

    ¿Cómo es posible que en una sociedad como esta, se mire normal este tipo de cosas? En casos como el que acabo de exponer de mi niñez, el acoso pasa a ser pedofilia. Talvez la vida sería más amable si todo hubiera terminado ahí, pero mi sufrimiento y el de muchas mujeres más, no ha terminado.

    En nuestra sociedad, todavía existen muchas personas que creen que los hombres están por encima de las mujeres, que tienen el derecho de decirles lo que quieran, denigrando su integridad como seres humanos. Para algunas personas las mujeres son solo un objeto del cual pueden recibir placer y sentir morbo. Es más, hay hombres que piensan que las mujeres somos seres inferiores, y tristemente, algunas mujeres también lo creen y perpetúan esta conducta machista en sus hogares.

    En Colombia, 47 mil mujeres fueron víctimas de violencia intrafamiliar en 2022, una cifra que sigue en aumento. Como sociedad no somos conscientes del daño diario que el machismo causa en hogares, calles, oficinas, parques, colegios y muchos lugares más. Pensar que salir a la calle con un vestido corto es sinónimo de “no me respeten” o ser una excelente secretaria en tu trabajo significa “quiero acostarme con el jefe” o haber tenido 2 o 3 novios te hace “una mujer fácil y de poco valor” son ejemplos de la mentalidad machista que prevalece.

    En este contexto, es increíblemente difícil encontrar un equilibrio en temas de género.  A mi corta edad, me encuentro en la encrucijada de desarrollar mi vida social y afectiva en una sociedad que privilegia un cuerpo definido quirúrgicamente y una moda que cosifica a la mujer. Este entorno intolerante que prioriza atributos superficiales por encima de cualidades intrínsecas como mi inteligencia o mi gusto por el arte, me resulta frustrante y en ocasiones desafía mi sentido de identidad y autoestima. 

    Por eso es crucial que las mujeres sigamos reivindicando nuestras capacidades, intereses y valores auténticos. Solo así podremos empezar a construir una sociedad que valore a las mujeres por quienes somos, y no solo por cómo nos quieren ver. Es un camino difícil, pero necesario para alcanzar una verdadera igualdad y respeto mutuo.

Tal vez yo sea una mujer que no la ha pasado tan mal como otras, pero eso no quita el hecho de que entienda cómo las mujeres enfrentan esta realidad en una sociedad patriarcal.

        Hola, me llamo Eliana. Gracias por leerme. He escrito este artículo de opinión acerca del machismo y la violencia que genera en las mujeres. Si te ha gustado puedes compartirlo, dejar un comentario en el blog o seguirnos.

Comentarios

  1. Interesante 👏👏👏. L

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  2. Que una joven estudiante haga este tipo de denuncia debe generar una reflexión profunda en nuestra sociedad que invite a los hombres a respetar y admirar nuestras mujeres. Sigan escribiendo que lo hacen muy bien

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