Hablemos de Erick

    

     Sentado en una mesa de madera desgastada por los años y el mal uso se encuentra Erick, admirando la belleza de una chica de la que no sabe nada, ni siquiera su nombre. Esta chica le genera sentimientos extraños, aún  no identificados por él. La temperatura de su rostro aumenta cada vez que la mira, tornando sus mejillas de un tono rojo que resulta revelador. Ella es "tan diferente de las demás"... y no por su físico, esta chica tiene algo. Erick no puede dejar de sonreír cada vez que este ser especial le habla o simplemente le comparte una sonrisa.
    A menudo suele fantasear escenas de ambos compartiendo un momento romántico o como mínimo imaginando lo que pasaría si la profe les dejara un trabajo juntos… vaya idiota. 
    A este punto Erick no sabe si lo que siente realmente podría ser eso que todos en el "cole" llaman “amor”, porque siendo honestos, siempre le sucede lo mismo, una y otra vez, sin parar; cuanto más se cuestiona si le gusta una persona, más atraído se siente, pero al llegar el momento decisivo, cuando al fin se atreve a dar el primer paso, resulta que simplemente no puede llegar a amar a esa persona como lo había imaginado y el “amor eterno” no le dura más de dos o tres días.
    A diario, sin falta, el hombre se pregunta si algo falla en él.  Suele observar las relaciones amorosas de sus hermanos con otras mujeres; la verdad es que el hombre no planea enamorarse, ¡nunca!, y ese vacío y hasta orgullo podría decirse, de saberse diferente a los demás, de saber que el amor es un sentimiento que no anida en él, le anima compulsivamente a comprobar a toda costa su teoría, y busca entonces comenzar una relación con alguien para luego abandonarla. 
    Y una vez más tenemos a Erick al final de la fila del salón de clase, en su escritorio lleno de rayones, observando a la chica. Ella ya se ha percatado de sus miradas, pero ni ella que es mujer, dotada de toda la astucia natural para descifrar la mirada de un hombre, es capaz de definir con certeza si verdaderamente él la mira con ojos de amor. Al final de cuentas, quien sabe si Erick habrá intentado de verdad, mantener contacto con ella.
    La mente de Erick se encuentra ahora repleta de pensamientos que no llegan a ser sentimientos, la impotencia de saber que si le habla a la chica, la historia no terminará bien, lo desespera; le hace querer arrancarse el cabello a tirones –“¿Qué carajo me pasa?”  Piensa. 
     “Todos a quienes conozco demuestran sus sentimientos de forma tan natural..., de hecho pueden durar años con sus promesas de amor, a veces hasta con la misma intensidad. Toleran tener de pareja a una persona por mucho tiempo, en cambio a mí me fastidian las chicas” reflexiona tormentosamente para sí mismo.
    Y allí esta nuestro Erick, pensando en si debería darle importancia a ese pensamiento o simplemente debería dejarlo pasar, como deja pasar sus relaciones vacías.
    Y llegará un momento (cuando los sentimientos le ganen a los pensamientos),  en el que Erick descuidará su vida y sus estudios; y entonces ya nada será importante o suficiente para él, caerá presa de aquello que siempre buscó, y simplemente querrá descansar como cualquier mortal, de esos estúpidos sentimientos que creía vetados para él, de esos a los que la gente denomina "amor".


        Hola, me llamo Heidy. Gracias por leerme. Si te gustó mi relato puedes compartirlo, dejar un comentario en el blog o seguirnos.

Comentarios

  1. Excelente historia, lleva a volar la imaginación y se ve mucha inspiración y talento dentro de la escritora!!

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  2. Alegra mirar que hay jóvenes interesados en reflexionar sobre las cosas importantes de la vida, alejados de la superficialidad de un mundo. Felicitaciones a la autora, un relato con mucho fondo.

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  3. Me encanta👏👏👏👏 felicidades a la aurora

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