Tu corazón a lo lejos palpitaba.

Para tenerte a mi lado
a los pies del verdugo
me hubiese postrado,
mi taita evocado.
 
Pero la parca llegó primero;
prístina me sonreía,
sus cabellos traían
el olor de tu perfume
y al relincho de su
pasmoso alazán
estremecía tu pecho.
 
Y el pobre corazón mío
a lágrima viva derramaba
desconsolado,
los restos del alma mía
 
El viento soplaba
y la noche era extraña,
sentí frío
                          me arrodillé
y grite con furia al indolente cielo.
 
Y abracé tu cuerpo
que mantenía obstinado
un tierno calor.

Tu corazón
a lo lejos palpitaba
susurrándome al oído
lo que llegaste a quererme.
 
La luna oía mis reproches
y parecía entender mi pesar.
Yo hubiera anhelado
en su brillo extraviarme
y nunca regresar.

        Hola, me llamo Marlen, he escrito este poema motivada en el dolor profundo que me causa el recuerdo de la muerte de mi padre. Si te ha gustado puedes compartirlo, seguir nuestro blog o dejar un comentario. Gracias por leerme.

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