Cómo sanar un corazón roto.

   


     ¿Puedes borrar completamente una persona de tu vida?
Duele ya no escribirse buenos días; duele ya no ser testigo de sus días y sus noches; duele ya no saber qué le hace sonreír; y duele ya no saber qué le duele. 
    Entonces piensas: ¿y si le escribo? 
    Te diré por qué escribirle solo hará que duela aún más:
    Todo comienza como una bola de nieve, un "¿hola, cómo estás?"..., lleva a un "pues ahí voy"... que lleva a un "¿por qué, pasa algo?"... a lo que sigue un "no sé tal vez me siento sola", y esa manifestación de soledad lleva a un "yo también me siento solo..., no sé por qué decidiste terminar" y la bola de nieve creciendo te lleva a una lista ensoñadora de promesas que nunca cumplirá,  a un sinfín de "nuncas" y "siempres" que no necesitas volver a escuchar. 
    "Nunca te mentí, nunca fui infiel, nunca te dejé de amar, siempre te apoyé, siempre te respeté, siempre te escuché".
    Nunca y siempre, siempre y nunca.
    Es increíble como dos simples palabras pueden tener el mismo filo de un cuchillo que se entierra cada vez más en tu pecho. ¿Acaso una mentira repetida mil veces se vuelve una verdad? No, nunca. Al final del día ¿cambia en algo que te diga una vez más que te ama?, ¿cambia que te diga que le importas?, ¿borra algo de lo sufrido que te diga que ahora si va a cambiar? Eso tenía que demostrártelo hace meses, no decírtelo ahora que el vaso se ha roto, que las palabras son solo eso... palabras.
Y aún así, en medio del dolor, las palabras tienen el poder de enterrarse cada vez más en tu pecho impidiéndote sanar esa herida.
    Duele menos dejar ir que aferrarse a algo que nunca fue, que nunca será. Volver a escribirle no vale la pena, volver a hablar no vale la pena, desbloquearlo no vale la pena, ver sus historias no vale la pena.
    Te aseguro que él no va a cambiar en semanas lo que destruyó en ti durante meses, si no es que años.
    Pero tú sí puedes detener esas palabras, tú sí puedes detener ese cuchillo, puedes tomar tus pedacitos e irlos pegando uno a uno, porque si alguien se merece la oportunidad de cambiar, mejorar y sanar eres tú.

        Hola, me llamo Yovanna. Gracias por leerme. Si te gustó mi relato puedes compartirlo, dejar un comentario en el blog o seguirnos.

Comentarios

  1. Hermoso escrito. Una voz del corazón m sigue escribiendo.

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  2. Todo lo que has dicho es maravilloso. Que alegría encontrar nuevas generaciones con un pensamiento y una voz tan decididamente resueltas pornuestra integridad y bienestar emocional. Sigan escribiendo, que lo hacen muy bien.

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